martes, 8 de enero de 2013

Hasta siempre Indy

Han pasado dos meses desde mi ultima entrada en el blog......es más....hasta hemos cambiado de año.

Uno de mis firmes propósito para el año nuevo, dado que no me queda otro (siempre estoy a dieta, estudio inglés hace muchos años, no fumo, hago ejercicio) es retomar la actividad del blog.

La verdad es que estas navidades como muchos sabréis han sido bastantes malas por diversos motivos pero principalmente por que nuestros perro Indy después de estar casi 12 años con nosotros, decidió abandonarnos la noche de Noche Buena......

Los que tenéis o habéis tenido mascota podéis imaginaros el profundo dolor, el vacío y la pena que deja la perdida de un perro que te ha acompañado en una gran parte de tu vida.  En los buenos y los malos momentos siempre ha estado a tu lado, porque no es una mascota, es un compañero que tu has elegido para compartir parte de tu vida, has cuidado, protegido y  alimentado y el se ha dedicado a quererte incondicionalmente.

Los psicólogos dicen que el duelo por la perdida de nuestro amigo/mascota pasa por cinco fases:

- Negación
- Culpa
- Enfado
- Depresión
- Aceptación y resolución.( fase final  en la que se acepta que la mascota no volverá nunca y en la que se presentan las emociones de las etapas anteriores pero de menor manera)


Pues bien, después de haber estado todas las navidades llorando, creo que me muevo entre la depresión y la aceptación  .
Son tantos los momentos en los que le echas de menos, la perdida tan grande que sientes, que la pena no se va facilmente.

En nuestro caso creo que nos ha ayudado mucho el compartir nuestro profundo sentimiento de tristeza y desahogarnos todo lo que hemos necesitado y por supuesto nuestro entorno familiar y de amigos que han sabido comprender nuestro dolor.

Aun así y sabiendo la pena que te invade por la perdida de un perro creo que es mucho mas la alegría que te da compartir la vida con uno y los buenos momentos que pasas con él. Los perros son como las personas, insustituibles y aunque todavía tenemos con nosotros al hijo de Indy, si no le tuvieramos, en un tiempo estoy segura que tendríamos otro perro.

 Indy era un perro más que especial; un perro enfermizo a la vez que fuerte, que demandaba nuestra atención las 24 horas del día, cariñoso, comilón, rebelde, desobediente, inteligente,  juguetón, muy sensible, guapisimo, el perro que mi marido y yo elegimos para compartir la vida que empezábamos juntos...que más deciros, que trago y trago saliva  para que se me pase el nudo que tengo en la garganta mientras escribo estas palabras....






Indy, te querremos siempre y estés donde estés nunca  te olvidaremos.......

2 comentarios:

  1. Es verdad querida amiga lo dolorosa que es la ausencia, desde q tengo uso de razón en mi casa siempre ha habido mascotas y por eso entiendo tu pena. Pero tenemos a yanguito ...

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  2. tus palabras son preciosas, y efectivamente sólo los que hemos querido y queremos a un canijo de estos sabemos cuanto puede doler...
    Con mi Lucas mi consuelo es que hice su vida feliz, y que gracias a él ahora Boby no está en una perrera sino en casa... en casa siempre habrá un huésped gracias a Lucas, es su legado.

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